Historia de la joyería

Hola queridos!,hoy os traigo un pequeño repaso por la historia de la joyería desde la Prehistoria hasta la actualidad. Espero que os resulte interesante y aprendáis algo nuevo. Ha sido bonito prepararlo, buscando temas de Historia, de Historia del Arte, joyería y hasta algo de minería. Si hay algo que os gusta mucho u os llama la atención y queréis saber más, decidme y desarrollaremos más el tema.

 LA JOYERÍA EN LA HISTORIA:

Desde tiempos antiguos, las joyas no solo han sido un elemento decorativo, si no que han reflejado el poder social tanto de orden jerárquico como financiero.  Las joyas además de un adorno, son una expresión ideológica y artística, influida por el estilo ornamental de una determinada época, por la materia prima empleada y por la evolución de la técnica. Así nacieron en la Prehistoria y así han llegado y están presentes en nuestros días, evolucionando y adaptándose a cada sociedad y momento histórico. Igual que el ser humano va cambiando y con él su entorno, la joyería se ha ido transformando también con el tiempo.

De esta manera, gracias a los descubrimientos arqueológicos de diversas piezas de joyería  y objetos ornamentales, podemos tener hoy en día un mayor conocimiento de la historia y de la evolución de la joyería hasta nuestros días.


 LOS ORÍGENES EN EL PERIODO PALEOLÍTICO:

Desde el Paleolítico Superior (hace aproximadamente 40.000 - 30.000 años), aparece documentado el uso de conchas, colmillos, piedras de colores o de formas raras, cristales, fósiles, elementos vegetales y animales… para la fabricación de brazaletes, collares, colgantes y adornos en general para identificarse ente sus semejantes. Estas primeras piezas nacieron de los materiales que hoy en día se siguen utilizando: el metal y las gemas. Con estos mismos materiales se fabricaron sus primeras herramientas y armas.

Durante el periodo fueron identificando más tipos de piedras, empleadas en la fabricación de armas y  joyas. Muchas de estas piedras son las que hoy conocemos como preciosas (rubí, zafiro, diamante, esmeralda…). Se han descubierto minas con una antigüedad de 6.000 años, como el complejo minero prehistórico de Gavá (Cataluña).

Destacar que el hallazgo de lo que se considera como las primeras joyas como tales encontradas, estaban hechas a base de conchas de moluscos. Estas estaban perforadas y se presume eran usadas como colgantes. Fueron localizadas en una cueva Blombos (Sudáfrica) y se remontan a la edad de piedra.


LA JOYERÍA EN LA EDAD DE LOS METALES

El periodo de la Edad de los Metales, abarca la Edad de Cobre, la Edad de Bronce y la Edad de Hierro. Son periodos situados entre el VI milenio A.C  y I milenio A.C., en los que el hombre descubre el uso de los metales, empleándolos para la fabricación de armas, utensilios y joyería. Con el uso de estos elementos, se produce una transformación de la sociedad de la época, y con ello la concepción de la joyería.

Las piedras ya no tenían el uso básico como armas, si no que pasaron a usarse como joya o talismán. Estas piezas expresaban estatus social, riqueza o nobleza a su dueño.

 

LA JOYERÍA EN MESOPOTAMIA Y ASIRIA 

Los restos arqueológicos descubiertos en estas regiones, muestran que las civilizaciones que las habitaban eran bastante avanzadas para su época. Debido a la extraordinaria joyería y objetos hallados, se aprecia que empleaban técnicas únicas para trabajar el metal y las piedras preciosas o semipreciosas.

Entre las técnicas desarrolladas por estos pueblos para la elaboración de sus exuberantes joyas, están el granulado, la filigrana y la incrustación de piedras preciosas o semipreciosas.

Algunos de los hallazgos más importantes encontrados es el Tesoro de Joyas de Nimrud, el cual reúne unas 170.000 piezas de oro, plata y piedras preciosas.  Este tesoro se encuentra localizado en la ciudad de Nimrud, Irak, el cual perteneció a las reinas asirias del siglo VIII A.C.

LA JOYERÍA DEL ANTIGUO EGIPTO

Los egipcios destacaron por tener una joyería muy sofisticada, innovaron tanto en diseño como creatividad. Fue una civilización amante de las joyas ya que las asociaban a sus dioses. Las joyas expresaban belleza y protección, por lo que se usaban tanto como amuleto como objeto ornamental.

Usaron técnicas como el grabado y repujado, que continúan usándose hoy en día, y llegaron a dominar la soldadura de metales. Les fascinaba el oro, aunque también emplearon bronce y plata, junto con piedras preciosas.

Los motivos más empleados para sus piezas: ojos, esfinges, serpientes o escarabajos.

            

LAS JOYERÍA DE LA ANTIGUA GRECIA

Los griegos fueron apasionados de la belleza, el arte y la perfección. En la civilización griega, el uso de la joyería era fundamentalmente ornamental, utilizándose en el día a día, formando parte de su vida.

Utilizaron metales tales como el oro y piedras como la esmeralda, siendo de las primeras civilizaciones en engastar piedras en sus joyas. Usaban también el vidrio, e incluso las perlas.

Entre las técnicas empleadas para diseñar sus joyas se encuentra la fundición, la filigrana, el granulado y el uso del esmalte.


LA JOYERÍA DE LA ANTIGUA ROMA

La joyería en la civilización romana fue esencial en cada uno de sus periodos. Para los romanos, la belleza y el ornamento estaba presente en su vida cotidiana. Destaca la variedad de materiales, gracias a los productos que obtenían de los intercambios comerciales con otros pueblos y los territorios bajo su dominio. En la sociedad romana, la mayor cantidad de accesorios eran usados por las mujeres, mientras que en los hombres era más común el uso de anillos.

Para los romanos, sus complementos, además de adorno, estaban cargados de un fuerte sentido simbólico. Las piezas más comunes utilizadas eran los pendientes, diademas, anillos, horquillas, collares, brazaletes, entre muchos otros.

Entre las técnicas empleadas por los romanos para elaborar sus joyas, estaba el batido, la cual servía para hacer láminas de meta u obtener una pieza con una forma concreta. Otras técnicas, comunes a otras culturas eran el repujado, el grabado o la estampación. Para los romanos, la filigrana o el granulado, consistía en soldar finos hilos de metal.


 LA JOYERÍA DE LA EDAD MEDIA

Tras la caída del Imperio Romano, las joyas siguieron teniendo una gran importancia en la sociedad.

La joyería medieval destacó por la calidad de sus piezas. Anillos, sortijas, pendientes, pulseras…todas las piezas estaban engarzadas y con abundante pedrería. Se continuaron utilizando metales y piedras preciosas traídas a Occidente desde Oriente.

Las invasiones bárbaras introdujeron en Occidente sus piezas de metal blanco (aleación de cobre y plata) o de bronce estañado, decoradas con motivos geométricos o de color.

Bizancio destacó por un desarrollo extraordinario de su joyería, inspirada en modelos helénicos y bárbaros.

Es en esta época cuando surge una nueva corriente en la joyería, las joyas de carácter religioso. Se restringió el uso de motivos simbólicos con figuras de animales y destacó la representación de formas asociadas al cristianismo.

En la época románica, el esmaltado sustituyó a la pedrería, popularizándose el cincelado. 

 LA JOYERÍA DEL RENACIMIENTO

Este movimiento cultural, nacido en Italia en el siglo XIV, introdujo novedades en el mundo de la joyería que se conservan hasta la época actual.

Es en este periodo cuando comienza el diseño de joyas como tal, es decir, se empieza a hacer un dibujo previo a la fabricación de la pieza. Igualmente, las técnicas fueron evolucionando, permitiendo a los joyeros y orfebres, tallar piedras de mayor dureza y realizar grabados sobre gemas.

Cobra importancia la joyería en la vestimenta, donde se empiezan a bordar perlas y piedras en los trajes. En este momento histórico, las joyas eran entendidas como símbolo de prestigio y poder, relegándose su uso a las clases más altas, como era la Corte.

Las joyas más usadas en la época fueron los colgantes y los broches con retratos en miniatura, combinados con piedras barrocas, gemas engastadas y de esmalte. La decoración de animales fantásticos del tipo sirenas, monstruos, fue más habitual, aunque el arte religioso no se dejó atrás, como las cruces, por ejemplo, que adquirieron una gran importancia en el mundo joyero.

Con el descubrimiento de América, se creó un gran flujo de oro a Europa, que era transformado en numerosos talleres, como en Florencia o Milán. Fue en esta época que también se publicaron varios libros con diseños de sortijas.

Los artesanos americanos precolombinos crearon una joyería de gran originalidad, sobre todo en oro y plata, aunque también eran frecuentes las aleaciones pobres de oro y cobre, y trabajando técnicas muy variadas como la filigrana, la soldadura, repujado, fundido, martillado… que dieron lugar a objetos muy característicos, como son las diademas, los brazaletes, anillos, collares..

LA JOYERÍA DEL BARROCO

Esta época supuso una gran evolución en la concepción de la joyería. Junto con las piezas de simbología religiosa heredadas del pasado, se realzó el carácter puramente ornamental de las joyas, teniendo como objetivo el realzar la calidad y la confección y la riqueza de sus materiales, y mostrar el nivel social del portador.

Las formas fantasiosas que simplemente respondían a criterios estéticos o de capricho, fueron cobrando importancia y relegando a las religiosas y votivas a un segundo plano.

Se popularizó el uso de los colgantes tipo altaret, que eran piezas que casi podrían considerarse pequeñas esculturas o frentes arquitectónicos en miniatura. Y el uso de los aderezos, como eran los broches lazo, realizados en oro y diamantes. Estos lazos eran la materialización física de los lazos de terciopelo que se usaban en los petos de los vestidos, en la línea del escote, la cual, para ese entonces, se había rebajado considerablemente.

La mayor parte del diseño de estas piezas se realizó en talleres parisinos, y fueron fabricadas en los gremios de los orfebres, que en el caso de España destacaban el de Madrid, Córdoba y Zaragoza.

Se descubrió la importancia del brillo de la pedrería. Los joyeros empezaron a colocar las gemas con monturas al aire, de tal forma que la luz incidiera sobre ellas para hacer efectos ópticos, a diferencia de los periodos anteriores, que las gemas siempre se habían mostrado en monturas cerradas.

  

LA JOYERÍA EN EL SIGLO XIX

A lo largo del siglo XIX, se fueron sucediendo una gran variedad de estilos y modas en todos los ámbitos artísticos, incluyéndose por su puesto, el ámbito de la joyería, donde destacó el historicismo, tomando numerosas fuentes de inspiración, desde las clásicas hasta las más barrocas.

Junto con toda la renovación industrial, material y social, hay que añadir la emocional, con la aparición del Romanticismo. La joyería se convirtió en otra expresión más del sentir general de la sociedad, y a las joyas se les otorgó una gran carga simbólica y emotiva. Fueran como recuerdos de difuntos o de un ser querido, hubo un uso generalizado de joyas con guardapelos o portarretratos, e incluso piezas fabricadas con cabello humano.

Destaca el uso de joyas transformables y polivalentes según marcase el protocolo social. Como fuera de día o de noche, la etiqueta era diferente. Mientras el día requería unas joyas más sutiles, en las veladas era más común llevar conjuntos más pomposos, bien de perlas, por ejemplo o lujosas gargantillas de diamantes.

Un ejemplo de ello son los pendientes desmontables, que podían modificarse, bien acortarse o alargarse, según la ocasión, o los broches florares de diamantes, cuya flor central se podía desmontar y así poder usarlo independientemente.

Definitivamente, el siglo XIX es la época de la vuelta a los orígenes. En todas las disciplinas artísticas se imita a las grandes épocas del pasado como el Barroco o Imperio Romano con una gran variedad de técnicas y estilos, convirtiéndose de esta manera igualmente, una época fascinante en la historia de la joyería. 


LA JOYERÍA DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX

El final del colonialismo europeo, ya arcaico, coincidió con una era de refinamiento, riqueza y sofisticación sin precedentes, pero truncada bruscamente por el inicio de la Primera Guerra Mundial.

Es lo que se conoce como Belle Époque, qué a nivel de las artes, no supuso cambio y ruptura con el pasado ni tampoco nuevas invenciones, si no más bien, una vuelta a la realización de antiguos motivos y temas.

Aparecen grandes nombres propios en la joyería, como es el francés Louis Cartier, a quien se le considera como mayor representante joyero de esta época. Cartier encargaba a su taller la búsqueda de patrones en antiguos documento, para recuperar diseños pasados. Su mayor fuente de inspiración fue el s. XVIII.

Estas piezas de los primeros años del siglo XX cobraron mucha importancia entre los coleccionistas de joyas. Las joyas Belle Époque, caracterizadas por sus finos y delicados diseños, gozaban de gran aceptación entre los más exigentes compradores.

Fueron evolucionando las modas de principios de siglo. El Art Déco se caracterizó por líneas más rectas en sus vestidos y complementos de aire geométrico y más coloridos. Las piedras más cotizadas fueron el diamante y la perla. Era habitual enmarcar los diamantes sobre líneas de esmalte negro u ónix, de tal forma, que muchos lo consideraban una estética “blanco y negro”, a pesar de su explosión colorista.

El reencuentro con las culturas japonesa y egipcia, así como los ballets rusos, fueron la fuente de inspiración para los joyeros. 


LA JOYERÍA DE MEDIADOS DEL SIGLO XX: AÑOS 40-50

En los años 40, el oro se convierte en el principal metal precioso, empleándose de una forma más ligera.  Cobran importancia las cadenas cilíndricas, huecas, tubos de oro y grandes broches de motivos florales.

Finalizada la Segunda Guerra Mundial, las grandes casas de alta costura parisina comienzan a recuperarse.

El oro amarillo siguió gozando de gran fama, combinándose con piedras como turquesas, amatistas, y los siempre deseados, diamantes.

El collar de perlas tuvo un renacimiento. De la mano de personajes como Grace Kelly y Jackie Kennedy, que se consideraban referentes de estilo, pusieron en gran valor este tipo de collares. Se consideraba la pieza que toda mujer debía tener en su joyero.


LA JOYERÍA EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX

Fue en los años 60, los ingleses y su estética pop quienes destacaron en el mercado de la moda y de la joyería. El estilo de los complementos era maxi, se llevaban grandes pulseras, pendientes, gargantillas, de colores metalizados o saturados, con inspiración futurista.

Francia dejó paso a Italia como referente de estilo y firmas. Casas como Gucci o Ferragamo se convirtieron en los referentes de estilo juvenil de la época.

En los años 70, época de conflictos sociales y todo esto se refleja en el arte. La joyería empezó a expresar idealismo y no opulencia. Todo tenía cabida como estilo: el punk, clásico, romanticismo, y muchos de ellos mezclados.

Casas como la italiana Bulgari, comienzan a cobrar fama e importancia por su visión del cambio social. La sociedad demandaba piezas más prácticas que otra cosa, con lo que con diseñó  gargantillas, pulseras o pendientes que podían ser usados tanto en ocasiones diurnas como nocturnas. 

Con la llegada de los años 80 y la mayor y más seria incorporación de la mujer al mercado laboral, surge el “dress for succes”. Las mujeres se presentan poderosas y femeninas, pero por su situación de inferioridad laboral con respecto a los hombres, se vestían con grandes joyas y complementos demostrando su poder.

Los años 90 marcados por el SIDA, hicieron que la moda y complementos fueran de estética más sobria. Es la década de las copias y del nacimiento de la cultura grunge, con lo que fueron las gargantillas y pulseras de plástico las que marcaron el estilo de la época.

Con el cambio de siglo y todos los cambios sociales, económicos, acontecidos, el lujo pasó a estar en un segundo plano, y la sociedad demandaba más bisutería. Se ponen de moda anillos que cambian de color, anillos-reloj…


Más hacia nuestros días ha surgido una nueva corriente joyera, la joyería sostenible, cuya misión consiste en desarrollar la actividad de la joyería intentando minimizar el impacto  en las materias primas empleadas para la fabricación de piezas, así como fuertes valores éticos y condiciones sociales de las personas involucradas en las cadenas de suministros. Resumiendo, adaptar los procesos de la elaboración de las piezas ofreciendo una cadena de producción justa y sostenible.

Respecto a tendencias, se vuelve a mirar al pasado, a la Belle Époque o Art Déco, o el estilo de los años 50, 70, como piezas de estilo vintage.

 


Hasta aquí el post de hoy, espero que hoy haya gustado. Si queréis dejarme algún apunte o comentario, estaré encantada de recibirlo, pero siempre hacerlo con cariño, que es más bonito así, jaja.

Salud familia!





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